Segundo Libro de Cabildos y Cuentas de la Cofradía de N.P. Jesús del Prendimiento.18-1-1773. Divulgación del patrimonio documental del Archivo de la Cofradía California
01/09/2019 Noticias Cofradía
Segundo Libro de Cabildos y Cuentas de la Cofradía de N.P. Jesús del Prendimiento. Auto del visitador ordinario Francisco Antonio Güemes, relativo a la moderación de los gastos y horario de la procesión de Miércoles Santo. 18-1-1773. Fols. 163r – 164v
En la ciudad de Cartagena a dieciocho días del mes de enero de mil setecientos setenta y tres años, el señor Don Francisco Antonio Güemes, visitador ordinario de esta ciudad, su jurisdicción y campo, sede episcopal vacante, etc. Habiendo visto y considerado su merced los excesivos gastos que traen consigo las procesiones de Semana Santa que se celebran anualmente en esta ciudad, especialmente por el consumo de cera y que por la (¿?) de ropas, galones y demás, vienen muchos a gastar lo que necesitan para su manutención y de sus familias, esforzándose (tal vez no por devoción si por otros fines particulares) a contribuir con las limosnas que no pueden. Y estar informado de personas de la mayor distinción y carácter de esta ciudad, cristianas y celosas de las honras y Gloria de Dios, de las muchas y graves ofensas que se le causan con motivo de hacerse dichas procesiones a horas tan impropias e irregulares como son el salir esta del Prendimiento, miércoles santo, al toque, o después, de oraciones. Y lo mismo la del Entierro, el día viernes; y la del Paso a la madrugada de este mismo día, concluyéndose aquellas a las diez de la noche, de que se sigue hallarse durante su carrera, y aún antes y después, llenas las calles de gentes de ambos sexos y de todas clases, a que concurren los forasteros, más por novedad y diversión vulgar que por devoción y fiesta espiritual, que más parece carnaval que Semana Santa. Y en la del Paso del viernes de madrugada el estar la noche antes hasta entonces paseándose los nazarenos por las calles y plazas, con cirios y otras insignias en las manos, entrando y saliendo en tiendas y tabernas, en menosprecio del santo fin a que debían dirigirse, tener presente y meditar de que resultan embriagueces, faltan con poco reparo al precepto del ayuno y otras miras espirituales, no de menor consideración. Atendiendo a todo y para evitar su merced, en cuanto esté de su parte, tan graves ofensas a Dios Nuestro Señor y ruinas a las almas, en cumplimiento de su ministerio, dijo que debía mandar y mandó que, en lo sucesivo y desde ahora en adelante, haya de salir esta procesión de Jesús del Prendimiento precisamente por la tarde, a una hora regular y proporcionada, de modo que al toque de oraciones haya de estar de vuelta dentro de la iglesia y no en otra forma; moderándose por los mayordomos y demás cofrades cuanto sea posible los referidos gastos, especialmente en el del consumo de cera, que es tan excesivo como extraño respecto a no tener dicha Cofradía más efectos que las limosnas de los fieles para subvenir a ellos. Todo lo cual mandaba y mandó así mismo su merced se haga saber al Vicario de esta dicha ciudad o su Teniente, para que en el primer Cabildo que se celebre por dicha Cofradía se haga saber en ella el contenido de este auto, a fin de que se observe, guarde, cumpla y ejecute, según su tenor, con apercibimiento. Y que hecho, se ponga por nota y diligencias a continuación, antes de extenderse cuentas ni cabildo alguno. Y por este, así lo proveyó y firmó, de que doy fe. Firmado: don Francisco Antonio Güemes. Ante mi Santiago Alonso del Río”