Divulgación Patrimonio Documental de la Cofradía. Proyecto de Procesión del Santísimo Cristo de los Mineros patrocinada por las empresas mineras de Cartagena. Marzo 1956
08/02/2020 Noticias Cofradía
Proyecto de Procesión del Santísimo Cristo de los Mineros patrocinada por las empresas mineras de Cartagena y bajo la dirección de la Cofradía California; desfilaría en la tarde del Sábado de Pasión por las calles de esta ciudad, con los pasos del Cristo de los Mineros y la Virgen de la Esperanza. Marzo de 1956.
En el Cabildo Permanente celebrado el 28 de febrero de 1956 se acordó “con grandes muestras de entusiasmo”, a propuesta del hermano mayor Francisco Celdrán, la celebración de una nueva procesión, prevista en principio para la tarde-noche del Sábado Santo, la del Cristo de los Mineros. Dicha procesión, finalmente desfiló por primera vez por las calles de la ciudad en la madrugada de Domingo de Resurrección y en los años siguientes a continuación de la procesión del Silencio en la noche de Jueves Santo, como una procesión independiente. Finalmente, a partir de 1960 y hasta hoy en día ambas procesiones se unificaron en una sola, la Procesión del Silencio y Santísimo Cristo de los Mineros.
En la Cuaresma de 1956 se redactó un proyecto para dicha procesión, que es el que os ofrecemos hoy como Documento del Mes, según el cual estaría conformada por un grupo de representación con el carro bocina y dos tercios, uno que se denominaba del Santísimo Cristo de los Mineros, con la imagen del Cristo de la Fe de la parroquia del Carmen, y otro de la Santísima Virgen de la Esperanza, con la imagen de la Virgen del Primer Dolor u otra que pudieran prestar a la Cofradía.
Finalmente hubo algunas variaciones con respecto a este proyecto original, como la aparición de un nuevo grupo denominado Vuelta del Calvario en el que ese año figuraron San Juan y la Virgen de Benlliure sobre el trono de la Oración en el Huerto, algunos cambios en los tronos o enseres que se usaron y, también, la no utilización de la advocación de la Esperanza para la Virgen, ya que se denominó simplemente Virgen Dolorosa, hasta que en 1963 volvió a proponer Balbino de la Cerra dicho nombre, adoptándose ya definitivamente. Del mismo modo, el patrocinio de las empresas mineras fue más simbólico que real, haciéndose cargo totalmente de los gastos la Cofradía.